Menorca

Menorca, la hermana pequeña de Mallorca, tiene unos 700 kilómetros cuadrados y está considerada como un lugar de ensueño salvaje y muy interesante para el turismo de ; aunque con un tiempo algo más desapacible con vientos a menudo fríos en el norte. En esta región la isla presenta una geografía compuesta de pequeñas elevaciones, donde la montaña más alta de esta llamada Tramontana, el Monte Toro, apenas alcanza los 360 metros. Valles abiertos, casas blancas, arbustos y rocas escarpadas definen el paisaje. La planicie que conforma el sur de la isla disfruta de un clima más suave y una mayor densidad de población. Los puertos naturales de Mahón (con base de ) y Ciudadela, muy bien resguardados, han atraído desde siempre a conquistadores y piratas de todo el mundo. La isla perteneció durante mucho tiempo a Gran Bretaña, hecho que se hace pantente incluso en algunos rasgos lingüísticos.

En toda Menorca hay sólo cuatro puertos. Hay bases de en Mahón, aunque la muchos navegantes alquilan su barco en Mallorca y se deplazan después hasta aquí, a Ciudadela normalmente en primer lugar. Hay también quien hace simplemente un trayecto y contrata a un patrón proesional de la compania de para que devuelva el yate a su puerto de origen.

Ciudadela /Ciutadella es un lugar absolutamente delicioso que bien merece un paseo detenido por sus calles. Una ciudad de corte español con elementos árabes y godos, con callejuelas estrechas, soportales, ojivas, una hermosa catedral y mucha vida en la zona del puerto y en la Plaza del Borne. Junto al puerto, que se extiende largo y estrecho y se adentra en la ciudad, encontramos un paseo natural y restaurantes. Si tenemos suerte con el amarre, vamos a colocar el yate delante de la mesa. Pero la verdad es que, sobre todo en verano, este puerto, que también acoge ferris y barcos pesqueros, suele estar muy lleno. Si no tenemos sitio, siempre podemos desplazarnos hasta Cala Degollador o Cala Blanes.

Navegar las costas y bahías de Menorca

La costa norte y noreste se caracteriza por sus acantilados rojizos y sus cadenas rocosas. Al este de Cabo Nati encontramos calas tranquilas y hermosísimas, con aguas cristalinas, una tras otra. Allí disfrutamos de ese juego de colores que nos ofrece el blanco o amarillo de la arena con el azul del mar y los tonos negros y grisáceos de las rocas. Y hay algunos pueblos blancos que nos recuerdan al sur de España. En el noroeste, las calas de Fornells y Addaya, se adentran como fiordos en la costa. Puerto de Fornells no es solamente un puerto pesquero bonito, sino también un buen lugar para los yates. En esta misma bahía encontramos además un buen sitio para fondear: detrás de la Isla de la Sargantana. Fornells tiene algo especial que encandila no sólo a los pintores, para los que el puerto suele ser un motivo recurrente, sino también a los gourmets. Legendaria es la langosta y su famosa caldereta. Puerto de Addaya, a pocas millas, es también seguro y económico; y situado en un marco idílico.

Otros lugares de ensueño para fondear los encontramos en la Isla Colom y en el pueblo pesquero de Es Grao, con un paisaje de dunas y cañaverales en la laguna de la Albufera, parque natural y hábitat de numerosas especies ornitológicas. Por detrás de Cala Mesquida, que tiene una pequeña playa de arena, la costa empieza a ascender hasta el fiordo de Mahón donde se alcanzan los 80 metros; después, llegando al cabo más oriental de la costa española, la Punta del Espero, vuelve a descender abruptamente.

La costa sur es abrupta. Al principio se presenta más llana, pero va ascendiendo según avanzamos en dirección oeste, como si fuera una pared que oculta pequeñas calas en sus entresijos. Hasta que no llegamos a Cabo de las Penas y Punta Rubiosa no encontramos un paisaje suave. Entre ambos salientes se encuentra la Playa de San Bou. En la región occidental de la costa sur volvemos a encontrar calas por doquier; todas ellas se ofrecen en verano como hermosos fondeaderos desde los que podemos ver cómo crecen los pinos agarrados a las rocas y las numerosas grutas que conforman el paisaje.